Libre de estrés

La práctica ecoterapéutica regular tiene la posibilidad de mitigar la actividad de la amígdala, la zona cerebral involucrada en segregar hormonas del estrés.

El mecanismo del estrés dentro de nosotros era altamente útil en la prehistoria, cuando la activación del modo lucha o huida era indispensable para nuestra supervivencia.

Aunque hoy en día este mecanismo continúa siendo necesario debido a los altos índices de criminalidad en algunas zonas, por ejemplo, lo cierto es que su constante estimulación puede comprometer el buen funcionamiento de nuestras actividades cerebrales, llegando a disminuir incluso el tamaño de nuestro hipocampo, zona cerebral implicada en los procesos de memoria y aprendizaje.

Por ello, la practica de técnicas de Ecoterapia incorporada como una estrategia de superación de esta adicción (sí, nuestro cerebro se vuelve adicto al estrés) conforma la base para forjar estructuras mentales saludables y libres de sufrimiento.